19 septiembre, 2024
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Actualizado 11:27 am
Reportero
En exclusiva, El Clamor accedió a nuevas evidencias que probarían las contradicciones del suboficial de la policía Rone Córdova, última persona en ver con vida a Anthony Camizán antes de su desaparición
La desesperación e impotencia invade a los Camizán Guerrero desde la desaparición de Anthony ocurrida hace más de un año. La última persona que mantuvo contacto con el joven de Canchaque es el suboficial de la policía Rone Córdova, quién además era su pareja sentimental. A pesar de los cuantiosos indicios que señalan a Córdova como principal sospechoso, para el Ministerio Público el suboficial es solo un testigo más.
“Mamá, me voy a Piura”, fueron las últimas palabras que Anthony le dijo a Yolanda Guerrero, momentos antes de desaparecer la tarde del domingo 21 de agosto del 2022 en su natal Canchaque. El penúltimo hermano de los Camizán Guerrero cursaba los últimos ciclos de ingeniería civil en la Universidad de Piura cuando desapareció. Tras recibir una llamada, Anthony se dirigió al frente de la comisaría de Canchaque donde el suboficial PNP, Rone Córdova lo esperaba a bordo de su moto.
El paradero de Salitral está ubicado aproximadamente a cuarenta y cinco minutos desde el frontis de la comisaría donde Córdova, según su declaración ante la División de Investigación Criminal (Divincri), recogió a Anthony para luego embarcarlo en un colectivo rumbo a Piura. “Los domingos en Canchaque sí hay carros hacia Piura, ¿por qué lo llevó hasta Salitral?”, se extraña Junior Camizán, hermano del desaparecido.
El Clamor accedió en exclusiva a la cámara de seguridad que captó por última vez a Anthony Camizán. En la manzana “A”- 000 23 del centro poblado de Serrán, se encuentra la “Bodeguita Yoselyn”. La cámara de seguridad de la bodega apunta a la carretera principal que atravesaron el suboficial Rone Córdova y Anthony Camizán para llegar al paradero de Salitral, aproximadamente a quince minutos de distancia. Exactamente a las 17:48 horas del domingo 21, día en el que Anthony desapareció, se ve al suboficial Rone Córdova trasladando a Camizán a bordo de una motocicleta blanca.
En el vídeo se observa a Córdova conduciendo el vehículo, vestido con un polo verde de manga larga, un pantalón oscuro y un pequeño casco mientras que Anthony usaba un polo blanco, un short y portaba una mochila.
Vídeo: Cámara de seguridad de la “Bodeguita Yoselyn»
Córdova no negó haber atravesado esa carretera, pues es la principal ruta para llegar a su destino descrito. Además, el suboficial afirma que emprendió su regreso a Canchaque después de despedirse de Anthony. Pero la cámara de seguridad no registra el regreso del policía. “Compré mi cena en un local rústico a espaldas de la pista principal”, argumentó el suboficial.
Que la cámara de seguridad no haya captado el regreso del policía no es lo único que inquieta a los familiares de Anthony.
En los registros del Cuaderno de Movimiento de la Comisaría de Canchaque, Córdova firmó su asistencia al operativo “Control de Identidad al frontis de Canchaque” a las 18:00 horas en punto, es decir, 12 minutos después de atravesar la bodega que lo grabó junto a Anthony en el distrito de Serrán.
“Desde Serrán a Canchaque existe, al menos, media hora de viaje. Es imposible que haya llegado a la comisaría antes. ¿Cómo ha firmado? Ese operativo no existe”, concluye Junior.
“Acá nadie está encubriendo a nadie. Si se prueba que el chico es culpable tendrá que asumir su responsabilidad”, señala el comisario de Canchaque y alférez, Aníbal Pimentel.
Al ser consultado sobre el operativo en el que figura el suboficial Rone Córdova como asistente, el comisario no lo recordó debido a lo rutinario que le resulta el trabajo policial. Pimentel afirma que se enteró del caso de Anthony ocho días después de su desaparición y que ni siquiera para aquel entonces recordaba el operativo que autorizó.
Dios perdona el pecado, pero no el escándalo. Cuando la familia Camizán protestó frente a la comisaría de Pimentel, el comisario le llamó la atención a Córdova. “Muchacho si sabes dónde está, habla. ¿No te da vergüenza que hablen así de tu persona?”, dice haberle increpado el alférez a su subalterno.
Los suboficiales Manuel Perales y Jhordan Caruajulca firman como acompañantes de Córdova en el mencionado operativo. Al igual que Rone, el registro del Cuaderno de Movimientos policial señala su presencia en la comisaría a las 18:00 en punto. La hora cuestionada.
Mientras que Caruajulca declaró ante la Divincri que tanto él como sus compañeros ejecutaron el operativo, Perales no lo mencionó. Al ser cuestionado por El Clamor, Perales no recordó el operativo y Caruajulca se negó a responder.
El encargado de registrar a los suboficiales fue Javier Gómez, suboficial y excomandante de guardia de aquel fatídico domingo. Gómez declaró que si bien se autorizó el operativo “a los 10 minutos se canceló por orden del alférez”. Gómez tampoco respondió a las preguntas de El Clamor.
En el Cuaderno de Movimiento de la comisaría de Canchaque aún figuran las firmas y huellas del suboficial Córdova y sus excompañeros.
Foto: Cuaderno de Movimientos de la comisaría de Canchaque
Actualmente los partícipes del operativo interrogados negaron trabajar en la Comisaría de Canchaque.
Antes de encontrarse con Córdova, Anthony merendaba en un conocido restaurante de Canchaque. La dueña asegura que el muchacho contestó una llamada que lo desesperó. Camizán se apresuró en terminar sus platos y corrió en dirección a la comisaría.
En el registro de llamadas del celular de Anthony, solicitado por la Fiscalía de Huancabamba, encargada del caso, figura que a las 16:52 horas, Camizán recibió la llamada del suboficial Córdova para encontrarse en la comisaría. Esa fue la última llamada que Anthony Camizán contestó antes de desaparecer.
El registro también evidencia la permanente comunicación entre Anthony y el suboficial Córdova antes del día de la desaparición. Solo después del domingo 21, el policía dejó de llamar a su presunta pareja. “Si eran amigos cercanos, ¿por qué nunca más lo llamó? Sobre todo, cuando desapareció”, reflexiona Alberto Pauccar, hermano mayor del joven extraviado.
El número de celular (930 870 240) del suboficial Córdova llamó a Anthony a las 16:52 el día que desapareció. Según la versión del policía esa última llamada fue para acordar en el encuentro de ambos frente al frontis de la Comisaría.
Foto: Registros de la llamadas del celular de Anthony
Otra de las grandes interrogantes que perturba el sueño de los Camizán es el dilema de la última ubicación que Anthony logró mandarle a su mejor amiga desde su celular el día de su desaparición.
Cerca de las ocho de la noche, a través de WhatsApp, Anthony le envió a su amiga Yamilet Porras una ubicación con las coordenadas PI-725. Esta dirección concuerda con un pequeño local de “clarito” en el centro poblado de Batanes, en la provincia de Morropón, casi a dos horas de Salitral.
Alberto no entiende que hacía su hermano a esa hora en un lugar tan alejado. “Supuestamente el suboficial dejó a Anthony en Salitral para que vaya Piura. Esta no es la ruta”, indica el hermano mayor del desaparecido.
“Cuando fuimos con la policía solo tomaron fotos”, relata Junior Camizán.
Además de presenciar la falta de búsqueda por parte de la policía, la sorpresa de los hermanos fue mayor cuando se enteraron que a pocos minutos de la ubicación que Anthony mandó el día que desapareció, se encontraba la casa de la familia Córdova Godos.
Cuando El Clamor se acercó al lugar que aún figura en el D.N.I. del suboficial Córdova Godos fuimos recibidos por su hermano, quién no dudó en levantarnos la voz solo para negarse a contestar nuestras preguntas.
Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas (RENIPED), el año pasado Piura figuró como la sexta región a nivel nacional con más reportes de desapariciones (720) después de Lima (6724), Cusco (1135), Junín (1122), Arequipa (1064) y Lambayeque (954). En lo que va del 2023 se han registrado 463 personas desaparecidas.
A lo largo de las investigaciones de la desaparición de Anthony se descubrieron chats y audios que evidenciaban la tormentosa relación entre el desaparecido y el suboficial de policía.
Foto: Capturas de pantatalla enviadas por Anthony a su amiga
Incluso, en unas de las diligencias al cuarto que rentaba Córdova en Canchaque se encontró la ropa del desaparecido con muestras de esperma y saliva. Las iniciativas para motivar la investigación parecen ser únicamente de la familia Camizán.
Las prendas fueron reconocidas por sus familiares inmediatamente. Pero, increíblemente, la Divincri no realizó la prueba de ADN para el reconocimiento con el debido proceso pues argumentaron que no tenían los suficientes recursos para llevarla a cabo.
“Sin cuerpo no hay delito”, le habría dicho el fiscal a cargo a los familiares de Camizán para justificar la decisión de no incluir al suboficial Córdova como sospechoso. Sin duda, los familiares de Anthony no encontrarán la paz sin conocer las verdaderas respuestas sobre el paradero de su hijo y hermano.
“No tengo esperanzas de que mi hijo esté vivo”, llora Yolanda Guerrero desde la intocable habitación de su hijo Anthony, “por favor, que el policía diga dónde está. Estamos desesperados».
Hasta el cierre de la edición el suboficial de la policía, Rone Córdova no contestó a nuestras llamadas.
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